Cabras, Gravedad Cero: Parte 1ª
Con los fríos invernales, quedó atrás el celo de las Cabras Monteses. A continuación, los grupos de hembras de Capra pyrenaica hispanica se retiraron a las partes más inaccesibles y recónditas de los Puertos de Beceite para parir, poner a salvo, enseñar a vivir y alimentar a sus crias. La Primavera de 2010 está siendo muy generosa con ellas: los pastos de altura, están que revientan de alimento.
Salimos a últimos de Abril a avistar Fauna en los Puertos de Beceite. Hay que ir muy pendiente cuando se va de Avistamiento de Fauna silvestre, pero si se trata de Cabras ellas normalmente te van a ver a tí, antes que tú a ellas.
Si, hemos avistado un grupo de hembras y sus crías recién paridas, están pastando en el límite entre el acantilado y el techo de una muela. Y una vez que te detectan, ya no se olvidan de tí. Enseguida se alertan. Les va la vida en ello. A pesar de que estamos muy lejos, la alerta ya no cesará en el grupo de Hembras y Crías.
Si te descubren, lo mejor que puedes hacer con ellas, como con cualquier otro animal, es no hacer movimientos bruscos, no gritar, no salir corriendo, no comentar la jugada en voz alta con tus compañeros. Así, ellas permanecen tranquilas y evitas posibles accidentes. Ellas son muy cuidadosas y... terminarán por marcharse a lugares más tranquilos.
El ser humano es para ellas un depredador del que hay que huir. Vamos a oír lo que dice la líder del grupo: "Estos seres humanos que nos están divisando ahora, no parecen peligrosos, pero hay que jopar de aquí". E inicia, tranquilamente, la retirada seguida por el grupo. La líder del grupo, las conducirá a lugar seguro, lejos de las personas. La primera medida de la lider es replegarlas a todas y sus crías, en un grupo compacto. Todas juntas, se pueden proteger las unas a las otras. La jefe de la manada irá evaluando la importancia de la amenaza y la respuesta al peligro. El grupo la seguirá. Ellas son las reinas de los acantilados.
Se van despaciosamente. Sin movimientos bruscos ni carreras, eso significa que el Avistador está haciendo bien las cosas. La responsabilidad del Avistador es no provocar estrés en la Fauna que observa, ni una alarma que desencadene una huida precipitada, que pueda provocar eventualmente, accidentes. Hay que tener en cuenta que ellas están cerca de un tremendo precipicio.
Y, efectivamente, la líder del grupo decide tirar por la calle de enmedio, decide bajar por el acantilado.
Lo que a cualquiera de nosotros nos parecería una locura, ellas lo pueden hacer sin mayores peligros.
De Aux_Blog |
Salimos a últimos de Abril a avistar Fauna en los Puertos de Beceite. Hay que ir muy pendiente cuando se va de Avistamiento de Fauna silvestre, pero si se trata de Cabras ellas normalmente te van a ver a tí, antes que tú a ellas.
Si, hemos avistado un grupo de hembras y sus crías recién paridas, están pastando en el límite entre el acantilado y el techo de una muela. Y una vez que te detectan, ya no se olvidan de tí. Enseguida se alertan. Les va la vida en ello. A pesar de que estamos muy lejos, la alerta ya no cesará en el grupo de Hembras y Crías.
Si te descubren, lo mejor que puedes hacer con ellas, como con cualquier otro animal, es no hacer movimientos bruscos, no gritar, no salir corriendo, no comentar la jugada en voz alta con tus compañeros. Así, ellas permanecen tranquilas y evitas posibles accidentes. Ellas son muy cuidadosas y... terminarán por marcharse a lugares más tranquilos.
El ser humano es para ellas un depredador del que hay que huir. Vamos a oír lo que dice la líder del grupo: "Estos seres humanos que nos están divisando ahora, no parecen peligrosos, pero hay que jopar de aquí". E inicia, tranquilamente, la retirada seguida por el grupo. La líder del grupo, las conducirá a lugar seguro, lejos de las personas. La primera medida de la lider es replegarlas a todas y sus crías, en un grupo compacto. Todas juntas, se pueden proteger las unas a las otras. La jefe de la manada irá evaluando la importancia de la amenaza y la respuesta al peligro. El grupo la seguirá. Ellas son las reinas de los acantilados.
Se van despaciosamente. Sin movimientos bruscos ni carreras, eso significa que el Avistador está haciendo bien las cosas. La responsabilidad del Avistador es no provocar estrés en la Fauna que observa, ni una alarma que desencadene una huida precipitada, que pueda provocar eventualmente, accidentes. Hay que tener en cuenta que ellas están cerca de un tremendo precipicio.
Y, efectivamente, la líder del grupo decide tirar por la calle de enmedio, decide bajar por el acantilado.
Lo que a cualquiera de nosotros nos parecería una locura, ellas lo pueden hacer sin mayores peligros.