Un rincón en los Puertos de Beceite, 4.
Pero las enormes paredes de roca no son del todo lisas. Si nos fijamos bien, tienen numerosas cicatrices, hendiduras, entrantes e incluso cuevas. Estas discontinuidades en el Roquedo, son aprovechadas por la fauna rupícola silvestre bien para refugiarse, bien para posarse descansar u otear posibles presas o bien para anidar.
Las grietas también las usa el agua para discurrir, las plantas rupícolas para instalarse y los alpinistas para escalar.
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