Píldora 34

Un rececho en pleno safari.
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Con el rececho logra mejorar su posición general con respecto al resto de las aves que quedan por identificar. Probablemente se trate de un grupo de celo de Pardillo común. Pero, en el monte, siempre hay que certificar las suposiciones, pasar de lo probable a lo seguro. Vuelve a la carga con su observación. Se les ve mucho mejor. Distingue una silueta erguida y rechoncha. Una cabeza pequeña y globosa con un piquito triangular y fuerte, como de diamante. Ve que picotean y corretean y se ponen en posición de cantar en celo. El viento cesa. Es un canto muy potente y musical, con algunas notas ásperas. El plumaje, tiene manchas de color rojo en el píleo aunque el resto del plumaje del macho cantarín no lo logra distinguir. Que la hembra tiene un plumaje muy apagado. Se reafirma en eliminar como candidato al Pinzón vulgar del que, ni siquiera a estas alturas del safari, ha oído su aparatoso canto. Se dice usted que lo más que probable es que se trate de una pareja de Pardillo común. Por fin, logra ver claramente el pecho y el píleo del macho, de un rojo espléndido. Acaba de certificar que se trata de una pareja de Pardillo común Carduelis cannabina.