El Quinto Elemento
En estos primeros días de Abril, es posible contemplar cómo las parejas de rapaces recién llegadas de la invernada africana, toman posesión de su territorio de nidificación y cría. Y lo hacen simultáneamente a sus vuelos de cortejo, (de paso, cañazo): se hacen muy visibles, sobrevuelan mucho el territorio de manera muy aparatosa y chillona, siempre muy juntos. En el interín, tienen tiempo para sus paradas nupciales, sus juegos eróticos, siempre en el aire, mostrando al mundo y, a la pareja, su potencia, agilidad y bravura.
Juegos, encuentros en el aire a toda velocidad que parecen choques, pero no lo son, picados y aleteos de reconocimiento de la zona hechos en pareja, encuentros emocionantes en la libertad de las alturas, en el territorio donde van a criar juntos a sus hijos. Tienen reciente en su recuerdo, el largo viaje desde Africa, y el orgullo de haber sobrepasado peligros ciertos. Están felices y confiados y no tienen reparo en mostrarlo: ellos criarán a sus pollos sanos y fuertes, sortearán toda clase de peligros una y otra vez, las que hagan falta, para coronar con éxito su empresa amorosa.
Pues bien, con estas ideas en la cabeza, 4 parejas de 4 especies distintas están conquistando estos días su territorio de nidificación o caza y, a sus respectivas parejas, en la vega del rio Matarraña: una pareja de Águillas Calzadas (Hieraetus pennatus), una pareja de Águilas Culebreras (Circaetus gallicus), una pareja de Busardos Ratoneros (Buteo buteo) y una pareja de Milanos Negros (Milvus migrans).
Las cuatro parejas evolucionan en un área de unos pocos cientos de hectáreas, en el valle del Matarraña y no se molestan entre sí, en absoluto. Cada pareja anda en lo suyo, que es impedir que otras parejas de su especie se acerquen por alli, en estimular la ovulación para la cópula y en alimentarse de sus presas exclusivas. Felicidad. De Aux_Blog |
Pero no contaban con los Cuervos. Los Cuervos (Corvus corax), también forman parejas, también en esta época y a diferencia de las educadas Rapaces, son muy quiquillosos. Tienen un tamaño de águila pequeña y una fuerte inquina al intruso, que les hace ser el clásico vecino incómodo. Los Cuervos son grandes, bruñidos, verdaderos linces en salir adelante en situaciones duras, con una gran inteligencia social, pero defienden con agallas lo que creen es suyo, incluso frente a adversarios teóricamente superiores.